Cómo aplicar la ley de parkinson en el trabajo
Cómo aplicar la Ley de Parkinson en el trabajo para mejorar la productividad y gestionar eficazmente el tiempo, con ejemplos prácticos y herramientas de gestión del tiempo.
La ley de Parkinson es un concepto desarrollado por el historiador británico Cyril Northcote Parkinson en 1955. La ley afirma que "el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización". En otras palabras, si se asigna una cantidad específica de tiempo para completar una tarea, la tarea inevitablemente tomará todo ese tiempo, independientemente de si realmente necesita tanto tiempo para ser completada. Esta observación de Parkinson ha sido ampliamente aceptada en la gestión del tiempo y la productividad, destacando cómo las personas y organizaciones tienden a dilatar el tiempo disponible en lugar de optimizar el uso de ese tiempo.


¿Qué es la ley de parkinson?
Ejemplos prácticos de la ley de Parkinson
Un empleado recibe la tarea de redactar un informe de 5 páginas y se le da una semana para completarlo. En lugar de comenzar de inmediato, el empleado puede sentir que hay tiempo suficiente y pospone el trabajo. A medida que pasan los días, empieza a trabajar en el informe, pero se distrae con otros asuntos. Finalmente, en los últimos dos días antes de la fecha límite, trabaja intensamente para completarlo, llenando así todo el tiempo disponible.
Un equipo tiene un mes para preparar una presentación para una reunión importante. Debido al amplio margen de tiempo, el equipo inicialmente discute ideas generales y dedica tiempo a detalles menores. A mitad de camino, se dan cuenta de que aún falta mucho por hacer y deben acelerar el ritmo, dedicando las últimas semanas a trabajo intensivo y bajo presión para terminar a tiempo.
Una empresa planifica un evento con seis meses de anticipación. Al principio, los organizadores sienten que tienen mucho tiempo y las reuniones son esporádicas y poco productivas. Con el tiempo, empiezan a surgir contratiempos y las decisiones importantes se posponen. A medida que se acerca la fecha del evento, el trabajo se intensifica, y las semanas finales están llenas de actividades frenéticas para asegurarse de que todo esté listo.
Mejora de la productividad
Aplicar la Ley de Parkinson en el entorno laboral puede conducir a una mejora significativa en la productividad. Al establecer plazos más ajustados y específicos para las tareas, los empleados se ven obligados a concentrarse en lo esencial y a trabajar de manera más eficiente. Este enfoque elimina la procrastinación y el tiempo perdido en actividades no esenciales, lo que resulta en una mayor cantidad de trabajo realizado en menos tiempo.
Beneficios de aplicar la ley de Parkinson en el trabajo
Optimización del tiempo
Optimizar el uso del tiempo es uno de los mayores beneficios de aplicar la Ley de Parkinson. Al asignar tiempos específicos y realistas para cada tarea, se evita el desperdicio de horas en actividades que no lo requieren. Esto permite una mejor gestión del calendario y una mayor disponibilidad para otras actividades importantes, fomentando un flujo de trabajo más equilibrado y efectivo.
Reducción del estrés y aumento del bienestar
Uno de los beneficios menos obvios pero igualmente importantes de aplicar la Ley de Parkinson es la reducción del estrés y el aumento del bienestar entre los empleados. Al gestionar el tiempo de manera más efectiva y evitar la acumulación de tareas hasta el último minuto, se puede disminuir la presión asociada con las fechas límites y el trabajo acumulado. Esto no solo mejora la salud mental y física de los empleados, sino que también crea un ambiente de trabajo más positivo y productivo.






1. Identificar tareas y asignarles tiempos específicos
El primer paso para aplicar la Ley de Parkinson en el trabajo es identificar todas las tareas que necesitas realizar y asignarles tiempos específicos. Desglosar las tareas grandes en componentes más pequeños puede ayudarte a gestionar mejor el tiempo y mantener un enfoque claro.
Acciones prácticas:
Lista de tareas: Crea una lista detallada de todas las tareas pendientes.
Desglose de tareas: Divide las tareas grandes en tareas más pequeñas y manejables.
Asignación de tiempos: Asigna tiempos específicos para cada tarea pequeña, asegurándote de ser realista pero también desafiante.
Ejemplo: Si estás preparando un informe de 20 páginas, divídelo en secciones como investigación, redacción, revisión, y edición. Asigna 3 días para la investigación, 5 días para la redacción, 2 días para la revisión, y 1 día para la edición.
2. Establecer plazos claros y realistas
Es crucial establecer plazos claros y realistas para cada tarea. Los plazos deben ser lo suficientemente ajustados como para evitar la procrastinación, pero también realistas para no generar un estrés innecesario. Comunicarlos de manera clara a todo el equipo también es fundamental.
Acciones prácticas:
Evaluar el tiempo necesario: Estima cuánto tiempo necesitas para completar cada tarea.
Definir plazos: Establece plazos específicos para cada tarea o grupo de tareas.
Comunicar plazos: Asegúrate de que todos los involucrados conozcan y comprendan los plazos establecidos.
Ejemplo: En un proyecto de marketing digital, establece plazos específicos para cada fase, como la planificación de la campaña (2 días), la creación de contenido (4 días), la revisión y aprobación (2 días), y la implementación (1 día).
3. Utilizar técnicas de gestión del tiempo
La aplicación de técnicas de gestión del tiempo puede ayudarte a mantenerte enfocado y productivo. Una de las técnicas más efectivas es la técnica Pomodoro, que implica trabajar en intervalos cortos y definidos con descansos regulares.
Acciones prácticas:
Elegir una técnica: Selecciona una técnica de gestión del tiempo que funcione para ti o tu equipo, como la técnica Pomodoro.
Programar intervalos: Trabaja en intervalos de tiempo definidos, como 25 minutos de trabajo seguidos de 5 minutos de descanso (un Pomodoro).
Monitorear el tiempo: Utiliza temporizadores o aplicaciones para seguir tu progreso y asegurarte de cumplir con los intervalos programados.
Ejemplo: Un desarrollador de software utiliza la técnica Pomodoro durante su jornada laboral. Programa 25 minutos de trabajo concentrado en codificación seguidos de 5 minutos de descanso, repitiendo este ciclo y tomando un descanso más largo después de cuatro ciclos.
4. Implementar revisiones y ajustes periódicos
Para asegurarte de que la Ley de Parkinson se aplique de manera efectiva, es importante implementar revisiones y ajustes periódicos. Evalúa regularmente tu progreso y ajusta los plazos según sea necesario para mantener un alto nivel de eficiencia y productividad.
Acciones prácticas:
Revisiones regulares: Programa revisiones semanales o mensuales para evaluar el progreso de las tareas y proyectos.
Feedback continuo: Recoge feedback de los miembros del equipo sobre los plazos y la carga de trabajo.
Ajustes necesarios: Ajusta los plazos y las asignaciones de tiempo en función de los resultados de las revisiones y el feedback recibido.
Ejemplo: En una startup tecnológica, los gerentes programan revisiones semanales para discutir el progreso de los proyectos. Durante estas reuniones, analizan qué tareas se completaron a tiempo, cuáles no, y ajustan los plazos y recursos según sea necesario para mejorar la eficiencia.
Pasos para aplicar la ley de Parkinson en el trabajo
1. Matriz Einsenhower
Descripción: Divide las tareas en cuatro cuadrantes según su urgencia e importancia.
Urgente e Importante: Tareas que debes hacer de inmediato.
Importante pero No Urgente: Tareas que puedes planificar para hacer más tarde.
Urgente pero No Importante: Tareas que puedes delegar.
Ni Urgente ni Importante: Tareas que puedes eliminar.
Uso: Cada mañana, clasifica tus tareas en estos cuadrantes y enfócate en completar primero las tareas del primer cuadrante.
Técnicas para aplicar la ley de Parkinson


2.Método Ivy Lee:
Descripción: Un método simple para priorizar tareas diarias.
Uso: Al final de cada día laboral, escribe las seis tareas más importantes que necesitas completar al día siguiente. Priorízalas por orden de importancia y concéntrate en completar cada tarea antes de pasar a la siguiente.


En resumen, al adoptar una mentalidad consciente sobre la gestión del tiempo y al implementar estrategias efectivas basadas en la ley de Parkinson, los individuos y las organizaciones pueden lograr niveles más altos de productividad, reducir el estrés asociado con las fechas límites y promover un ambiente laboral más colaborativo y eficiente. La clave está en reconocer el poder de los plazos ajustados y en utilizar herramientas modernas y técnicas probadas para optimizar nuestro rendimiento laboral.